CONSEJOS PARA CONSEGUIR UNA LINDA SONRISA
Cuidas tu cuerpo, tu pelo, pero ¿y tus dientes? Conviene que dejes de lado la pereza y le prestes también atención a la salud de tu boca. Es fácil pensar que basta con un simple cepillado pero, ¿es esto suficiente? Te brindamos consejos fáciles de seguir para el cuidado de boca y dientes.
- Cepilla tus dientes después de cada ingesta de comida, al menos 3 veces al día. Nunca debes irte a la cama sin haber usado seda o hilo dental para limpiar entre tus dientes y sin ese último cepillado del día.
- Consulta con el especialista antes de usar cualquier tipo de colutorio oral. Algunos de ellos no pueden usarse en determinados casos y muchos no deben usarse de manera continua. Así mismo, consulta a tu dentista qué cepillo es más recomendable para tu boca. ¿La razón? Hay decenas y cada uno tiene su uso específico para que sea realmente efectivo.
- En la boca no sólo hay dientes: debes mantener una correcta higiene de tu lengua y paladar mediante limpiadores linguales o, incluso, con tu propio cepillo. Masajea tus encías con movimientos circulares en cada cepillado para evitar que se inflamen y sangren.
- Cambia tu cepillo cuando las cerdas o filamentos hayan perdido la forma y estén despuntadas o, si fueras de los que cuidan bien su cepillo, cada 3 o 5 meses.
- Evita beber con muchas frecuencia bebidas carbonatadas o zumos ácidos (naranja, limón o pomelo) que son capaces de descalcificar el esmalte de tus dientes y provocar su desgaste prematuro. El vino, el café o el té como bebida habitual puede teñir tus dientes y darles el aspecto envejecido característico. Usar “pajitas” para beber estos líquidos podría ser un buen consejo.
- Evita cambios grandes de temperatura con los alimentos que ingestas pues provocan aumento de la sensibilidad y pueden llegar a producir inflamaciones de los vasos sanguíneos del interior de tus dientes, muy doloroso y nocivo para ellos.
- Las bacterias productoras de “caries” se nutren especialmente de los alimentos ricos en azúcares. Por eso, conviene que intentes reducir su consumo y limpiar tus dientes inmediatamente.
- Aumenta el consumo de proteínas (frutos secos, legumbres, queso, etc.), calcio y vitamina D (lácteos, pescado, huevos, etc.), flúor (marisco, té, verduras, cereales, legumbres, etc.) y vitamina A (zanahoria, mantequilla, etc.), C, y K (pimiento rojo, kiwi, perejil, aceite de oliva, etc.).
- El tabaco provoca la pérdida de permeabilidad de las mucosas, es decir, disminuye la oxigenación de todo tejido (en este caso, de la encía), dando lugar al envejecimiento prematuro y ausencia de salud de los tejidos que rodean al diente.
- Acude a tu odontólogo dos veces al año como medida de prevención y para realizarte una limpieza profesional. Recuerda que una boca sana nos ayuda a mantener la salud general, al permitirnos masticar y tragar los alimentos eficazmente para absorber los nutrientes.
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